¿Qué significa ser despedido?
Pertenecer a un trabajo conlleva la visita constante a un mismo lugar o rutina, comunicarse con las mismas personas, convencerse de mejorar las áreas detectadas por nuestros superiores, colaborar con otros para que un producto o servicio -sea el que sea- funcione como debería, conjugarse junto a otras ideologías y discutir de vez en cuando para establecer una nueva forma de existir en común a otros. Para algunas personas, el trabajo implica el alimento en casa, las conversaciones con los familiares y las largas jornadas de exploración para mejorar en cierta zona de trabajo.
Aunque al paralelo de las cosas agradables, las desagradables siempre salen a flote: conflictos, quehaceres difíciles, tortuosos y repetitivos ejercicios y sobretodo el poco entrañable complejo de emociones a gestionar cuando las cosas no salen como deben salir. Ambas cosas, tanto las extraordinariamente gratas como aquellas significativamente paesadumbradas situaciones nos colocan en un universo. Un universo al que pertenecemos y en ocasiones se vuelve parte de nosotros.
Ser despedido en algunas ocasiones puede simplemente significar un cambio de trabajo ¡A veces hasta un milagro! Pero en otras ocasiones es lo más parecido a perder algo que se ama; a la gente y a su modo. A la cotidianidad y las cosas que en ella se ven involucradas. Un despido puede significar una despedida dolorosa y en los días venideros puede convertirse en añorar poderosamente las cosas.
El irse de un espacio de trabajo implica tantas cosas, imposibles de resumir en un solo texto; tanto a nivel emocional como físico. Significa días de angustia, de sentirse asustado por la posibilidad de no encontrar un nuevo trabajo o de encontrarse de nuevo en algunas condiciones apropiados para continuar con la vida. Sin embargo, este proceso es absolutamente natural y forma parte de la vida laboral ¡Tanto que es algo extraordinariamente común!
Para nuestra empresa, es crucial aprender a realizar este proceso de la forma más empática posible, siempre proactiva y en búsqueda de la mejoría de todos. Asumir la responsabilidad de beneficiar a las personas ques nos rodean y que nos conjugan. Terminar una relación laboral NO es sencillo, pero puede volverse responsable y saludable cuando nos convertimos a través de ese proceso en mejores personas.