¿Es mucho pedir ambas?
La respuesta es que no. Ambas cosas se conectan de una manera particular que permiten a las personas desempeñarse de la manera correcta en el momento correcto. Sin embargo, la mala costumbre de no establecer diagnósticos, evaluaciones y revisiones constantes perjudican enormemente la manera en que se desarrollan los trabajadores. Imaginemos que Pedro, un trabajador que lleva 12 años haciendo la misma rutina ha pulido y perfeccionado la técnica para su labor, pero en este punto considera imposible seguir avanzado hacia una mejoría.
¡Claro que tiene razón! no se han establecido métricas, por ejemplo, si Pedro tiene que empacar no se sabe si el proceso es más lento al inicio o al final, si la cinta es la correcta, si existen riesgos de que la mercancía se rompa, si es más fácil para él ciertos aspectos, si podrían automatizarse tareas, etc. bajo la idea de que todo es perfectible, siempre podrá aspirarse a una mejora.
Es también importante destacar que no siempre es requerido que todo sea "perfeccionado" un gran ejemplo son los bolígrafos que utilizamos a diario y que para ser sinceros ya no requieren modificaciones para ser utilizadas, vendidas, fabricadas y distribuídas. ¿O sí?
Como sea, uno de nuestros más grandes labores es el diagnóstico, evaluación e intervención en la mejoría de las empresas ¡No lo dudes! ponte en contacto con nosotros.